martes, 6 de abril de 2010

El Oficinista.


El oficinista, cansado, gris, alternadamente mediocre y rutinario se sento frente al escritorio. Frente a los mismos papeles. La misma contabilidad, tediosa y absurda, alejada de la vida y las pasiones. Lo más revelador y angustiante era que, efectivamente, ya como un robot, él mismo, el ser humano estaba dejando de serlo. Estaba lejos de la pasión y el amor. Se estaba convirtiendo en un engranaje mas de la gran maquina despiadada, la sociedad con gusto a plástico o con gusto a nada. Puso una mano sobre el helado escritorio de metal, como su existencia sin sentido. Y empezó a sellar más y más burocracia. A desempolvar pilas de papeles que le habían quedado de la semana anterior. En un instante de lucidez pensó en desempolvarse el mismo pero enseguida acallo aquel pensamiento subversivo. No se podia equivocar y diferenciarse del resto de sus compañeros, oficinistas absurdos y contables. No habia lugar para los riesgos en su castigo rutinario. De repente, escucho un murmullo, algunos engranajes (compañeritos oficinistas) se pararon y saludaron. Era ella, hermosa y de misteriosa mirada. De rostro perfecto. Tímida y algo nerviosa como suele ocurrir el primer día de cualquier cosa en la vida, atravesó la deprimente oficina con su mirada y la depósito en él, que estaba en el fondo. Ella le sonrío. Al oficinista se le acelero el pulso y se olvido, se quiso olvidar felizmente de sus papeles, de los sellos y del polvo de su frágil y tediosa existencia.Por un instante, que duro casi una eternidad, había dejado de ser un engranaje. él también sonrío. El oficinista, empezaba una metamorfosis hacia la vida misma. Ella era perfecta y humana.

1 comentario:

  1. Hola Forest, esta buenisimo lo que escribis che; tenes una gran originalidad y una muy fluida y precisa redaccion.
    Tiene humor pero a la vez seriedad y sentimiento.

    Yo tambien escribo, algunas boludeces. Si queres despues te paso y hasta te podria dejar subirlas a la pagina por solo 4000 dolares mas iva al mes.

    4/5 ing Fernando Nicastro

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