viernes, 9 de enero de 2009

Ernesto Sabato, un maestro.



Escritor de ensasyos Brillantes. Tan humano, tan existencial.
Sus tres novelas son impresionantes desde lo abstrayente y lógico que puede ser "el túnel", lo existencial y en cierto punto esperanzador que es "sobre héroes y tumbas" hasta lo crudo que es "abaddon, el exterminador".
Sus ensayos son muy claros y llenos de conceptos muy interesantes, incluso algunos como "hombres y engranajes" fueron predictivos y se cumplieron.
Como hombre: comprometido, sumamente humano, contradictorio, pasional, honesto. Creyó en la revolución hasta que supo de las atrocidades del comunismo y tomo una posición muy libre que de alguna manera lo descoloco tanto de la izquierda como de la derecha, y esto, en argentina es imperdonable y molesta mucho.
Presidio la conadep con la posterior edicion del "nunca mas" y siempre tuvo abierta las puertas de su casa del barrio de santos lugares para todos sus lectores. Recuerdo cuando fui y me firmo unos Libros que retire días después.
Hay una idea muy interesante que lei una vez en uno de sus ensayos, titulado las opiniones cambian, que me pareció excepcional y verdadero:
"Quizás el espiritu humano realiza aceleradamente el proceso de la humanidad entera, entonces en el mundo de las ideas tal vez se deba pasar por los estadios de ameba, batracio y mamífero, eso si, no a todos los espíritus les ocurre esta evolucion. Algunos permanecen orgullosamente en sus estadios de amebas o batracios toda la vida acusando de inconsecuentes a los mamíferos que los observan en su mesa de disección". Este idea me sugiere irónicamente la evolucion que sufren los espíritus, que se equivocan y se contradicen buscando la verdad a diferencia de aquellos pobres que sostienen falsas posturas por el solo hecho de aferrarse a ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario